Cuando se trata de una dolencia o síntoma físico, procedemos a llevar a nuestras mascotas al veterinario,
esperando que este mismo pueda formular algún medicamento y tratamiento alópata al cual nuestra mascota pueda responder adecuadamente y se mejore o alivia en alguna medida.
Pero ¿qué hay más allá de la enfermedad emocional del animal? ¿Cuál es su causa?
Estas preguntas se relacionan con el ambiente en que viven las mascotas y las emociones predominantes en ellas. La veterinaria y experta en acupuntura Nancy Alarcón describe a los animales como órganos de somatización externa. “Ellos van absorbiendo las energías de sus dueños, y todo el tiempo los están limpiando energéticamente. Esto los puede llevar a enfermarse”, explica.
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Cambios significativos
Alarcón identifica algunas de las situaciones más comunes, como el fallecimiento de un miembro de la familia que sea muy cercano y querido, una mudanza o trasteo, la separación por viajes del dueño, el divorcio de la pareja y “otras situaciones que les restan tiempo a las personas para compartir con los animalitos, como un nuevo trabajo o una relación amorosa muy demandante”, explica.
Hay eventos que afectan más a perros y otros a los gatos. Por lo general, en estos casos siempre es bueno arreglárselas para conseguir a alguien o encontrar algún lugar donde puedan cuidar y dedicar en alguna medida una parte del tiempo que usted no le puede dedicar. También es importante incrementar la actividad física de la mascota (sobre todo para los perros), pues esta, al igual que en los humanos, reduce los niveles de estrés.
“La mascota debe estar en contacto, hasta donde sea posible, con otras mascotas y con la naturaleza”, sugiere el veterinario Jorge Herrera, quien trabaja en asesoría al cliente para el portal ciudad de mascotas.com.
¿Cómo se puede tratar?
El veterinario puede hacer un chequeo del ambiente que enriquezca esta consulta. Algunas propuestas de salud integral reúne diferentes tratamientos alternativos, como el reiki y la aromaterapia, para hacerle frente a la enfermedad. “El punto es trabajar no sólo lo biológico, sino también lo mental y espiritual”, asegura Carlos Cifuentes, veterinario y director de la empresa Animal Health.
En este caso se analiza la familia y el ambiente en el que vive el animal para identificar las emociones negativas predominantes. “La idea es que los dueños sean conscientes del entorno y de la necesidad de tener un ambiente más equilibrado”, explica Cifuentes.